Traducción literaria frente a traducción técnica
Un traductor profesional también debe ser un excelente redactor, ya que es su responsabilidad garantizar que el documento final traducido sea preciso y fácil de leer: además de mantener el concepto que el texto original pretende transmitir
El proceso de traducción tiene diferentes partes: la primera consiste en comprender y asimilar el significado que se quiere transmitir. Es fundamental que el traductor comprenda el texto en profundidad y que a la vez se despegue de las palabras utilizadas.
Esto le permitirá dar más sentido a los pensamientos e ideas del autor original. Una vez conseguido, deberá reinterpretar el texto y adaptarlo al idioma de llegada.
¿La traducción técnica es más fácil que la traducción literaria?
Es cierto que algunos traductores prefieren especializarse en textos técnicos debido a las dificultades inherentes a las traducciones literarias, sobre todo en lo que se refiere al uso de metáforas, transmisión de mensajes y otras figuras estilísticas del lenguaje que se encuentran en la literatura.
¿Qué es la traducción técnica?
La traducción literaria no tiene nada que ver con la traducción técnica, que se ocupa de informes, instrucciones, manuales y otros materiales que, en general, van destinados a un público específicocentrado en este tipo de textos.
En este caso, lo más importante es utilizar el vocabulario adecuado, más allá del estilo y la estética del texto. Además, a un traductor que trabaje con contenidos técnicos se le exigirán a menudo conocimientos específicos en ese campo de especialidad concreto.
Nota sobre la traducción literaria
Por otro lado, cuando se traducen textos literarios como poemas o novelas, al traductor se le exige una amplia cultura general, así como habilidades estilísticas y ser imaginativo y creativo.
Tomar una decisión
Los mejores traductores deben cursar estudios muy exigentes, independientemente de la lengua de destino. Esto puede incluir una especialización universitaria y estudios literarios en su lengua materna y en los idiomas a los que vayan a traducir.
Por eso es muy importante que, una vez finalizada nuestra formación como traductores profesionales, decidamos en qué tipo de textos queremos especializarnos: técnicos, jurídicos, literarios, etc. Esto nos garantizará que siempre podamos estar satisfechos con el resultado final de nuestra traducción.